Campus Training opiniones: Yovana Alonso y el curso de estética canina
Si te estás planteando formarte con un curso de estética canina, te interesará saber lo que nos cuenta Yovana Alonso, una antigua alumna de Campus Training que ahora tiene su propio negocio de peluquería canina.
Continúa leyendo para conocer la historia de Yovana en el sector veterinario. En la entrevista que le hicimos, nos cuenta su experiencia de formación en Campus Training y su aventura de emprendimiento empresarial.
Estudiar peluquería canina
Yovana es una de esas personas afortunadas que tienen clara cuál es su vocación desde siempre. “Los animales siempre fueron lo mío”, declara sin un ápice de duda.
Su amor por los animales le viene de lejos, es una pasión que recuerda desde una edad muy temprana: “Mi casa siempre fue un zoológico: hámsters, gatos en acogida, perros, loros, hurones… ¡He tenido de todo!”, comenta divertida.
Esta joven natural de Ferrol lo tuvo muy claro a la hora de orientar su trayectoria laboral. Sabía que quería convertir su vocación en profesión y, para conseguirlo, se preparó en Campus Training con el curso de Ayudante Técnico Veterinario.
Poco después, para ampliar su formación, decidió completar sus conocimientos con el curso de peluquería canina y estética. En seguida se atrevió a experimentar con las mascotas de su círculo de amigos: “Empezaba ya a cortar y peinar a los perros de los amigos y a la mía, que la pobre fue mi primer sujeto de experimentos cuando tenía una de esas maquinillas de cuatro duros”, recuerda entre risas.
Una vez terminó los cursos y con su doble titulación en la mano, Yovana se introdujo en el mercado laboral de su sector, donde encontró un sitio rápidamente en una tienda de veterinaria que también ofrecía servicios de estética para animales.
De esta primera experiencia laboral guarda muy buen recuerdo, sobre todo porque obtuvo un gran valor formativo que le aportó mucho: “Empecé a trabajar en una tienda veterinaria que también tenía peluquería. Allí estuve asistiendo en ocasiones a los veterinarios como ayudante técnico veterinario y también ejerciendo de peluquera canina. Aprendí muchísimo”, asegura.
Emprender: abrir una peluquería canina
Tras vivir la experiencia de trabajar para otras personas, época en la que pudo adquirir conocimientos reales de cómo funcionan el sector y la profesión, Yovana se echó el aprendizaje a la mochila y se lanzó emprender su propio camino.
Con su optimismo natural, se estableció por su cuenta y abrió una peluquería canina. Así fue el proceso: “La primera con la que hablé fue mi madre. Le dije: ‘¿Qué, abrimos?’ Y con una inversión inicial mínima pusimos en marcha YOVI Peluquería de Mascotas”.
Desde que puso YOVI en marcha en Fene, localidad ferrolana, Yovana no ha parado de trabajar. “Conozco a todos los perros de los alrededores, desde que empecé he atendido a más de 300”, apunta.
Al preguntarle si tiene algún consejo para otras personas que, como ella, quieran atreverse a montar algo propio, Yovana no tiene más que palabras de ánimo y optimismo. Según nos dice entusiasmada, “en esta vida hay que intentarlo todo, si no, no vamos a ningún lado”.
Hablemos ahora de su peluquería canina, que ha decorado con mucho esmero y cariño. Por las paredes abundan fotografías de canes con los que ha trabajado y que muestran, con humor, el antes y el después de los perros que pasan por sus manos. ¡Detrás de esos retratos caninos hay mucho talento!
Sus clientes no suelen pedir cortes complicados ni virguerías ya que, como ella nos cuenta en tono de broma, en su pueblo son personas “muy poco pijas”. Lo más común es que los dueños de los perros “quieran lo que sea más cómodo para el perro: pelo corto, uniforme, que les proteja del sol y que permita que el perro no pase calor”.
Peluquería canina: más que una profesión, una pasión
Esta joven, procedente de la localidad gallega de Ferrol, tiene un amor inconmensurable por los animales que va más allá del plano profesional. Y es que verse rodeada día tras día de animales es fuente de inmensa felicidad para Yovana. “Nunca me canso de ellos”, declara, “veo un perro por la calle y me pierde”.
Además, aprovecha la plataforma de comunicación que le ofrece su negocio para colaborar en causas solidarias relacionadas con el mundo de los animales. Ofrece descuentos a las protectoras y publica, a través de las redes sociales, casos que requieren atención pública o anuncios de animales que necesitan una familia. Yovana predica con el ejemplo y ella misma utiliza su vivienda como pequeño centro de acogida para mascotas, ofreciéndoles un hogar temporal mientras encuentran uno definitivo.
Su pasión la lleva bajo la piel, literalmente. Sus tatuajes nos hablan de los animales importantes en su vida: un gato en la espalda, casi como un ángel de la guarda; y las huellas de su hurón en el antebrazo.
Está claro que las buenas vibraciones de Yovana son contagiosas y que su amor por los animales es recíproco, ya que los animales con los que trabaja le guardan cariño. “Me encanta cuando los dueños me cuentan que sus perros quieren entrar aquí al pasar por delante”. ¡Eso es amor!
Si, como Yovana, quieres dedicarte profesionalmente a la estética y la peluquería canina, no lo dudes más. Fórmate con el curso de estética canina y trabaja en lo que realmente te gusta.
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